REI: es la energía cósmica o universal de la que todo está compuesto.
KI: es la energía vital de los seres vivos.
REIKI: es la energía vital guiada espiritualmente.
Reiki
es un método de canalizar energía a través de nuestras manos apoyado por unos
símbolos sagrados. Es un conocimiento muy antiguo. En las antiguas civilizaciones se informaba a los niños de
su existencia y se les enseñaba en su proceder. Se sabe que lo empleaban en
Lemuria, Atlántida, Egipto, India y Tíbet y que se enseñaba en templos, monasterios
y sociedades herméticas.
Lo
redescubrió Mikao Usui, un monje Budista, Reiki en los finales del siglo XIX en
Japon. Al cabo de 21 días de ayuno y meditación, vió los símbolos de Geometría
Sagrada que también tenemos en nuestro ADN. Los símbolos eran la geometría
pura, el estado del ser humano con toda su salud. Estos símbolos se usan para
tratar al paciente y en las iniciaciones de Reiki.
La energía Reiki está incorporada al código genético humano y por tanto, es algo innato en nosotros. Desde siempre, el hombre ha puesto su mano sobre el dolor y la herida que le afectaba, las madres han calmado a sus hijos con la imposición de manos, acariciándolos y acunándolos, puesto que es un reflejo de la sabiduría interior que nos indica como canalizar nuestra energía. El contacto humano transmite cariño y poder curativo, "AMOR". Pero, actualmente, el ser humano se ha ido apartando de esta fuente de sabiduría interior a través de su adhesión a las posesiones, pasiones y demás temas mundanos.
Ya
estamos tomando la energía Reiki desde el embarazo. El niño no tiene miedo. Él
dice que “quiero llegar allí” y lo hace. Nos empiezan a decir para protegernos desde
pequeños “eso no se hace”, “eres un inútil, malo” etc. Entonces, uno empieza a
decir “soy malo, yo no puedo”. Ese poder del niño empieza a debilitarse. Esta
persona empieza a tener enfermedades. Se pasa la vida sometiéndose. Se
subdivida entre lo que le dicen y lo que siente que él tiene que hacer.
Mikao Usui